Para Pídele a Pepe, construimos una conexión que resonó con su audiencia. En una casona emblemática de la Roma, develamos cómo esta marca eleva cada momento, transformando lo especial en memorias duraderas a través de experiencias de marca únicas: desde un brunch exclusivo para medios, donde su narrativa se saboreó en cada detalle, hasta una master class de mixología para influencers, una inmersión sensorial que convirtió a los participantes en embajadores apasionados. Demostramos que las conexiones más profundas nacen cuando te atreves a contar una historia que no solo se escucha, sino que se vive.